Hablaré con el jardín, hablaré con el que se fue.

fax u

Equilibrio

(Del lat. aequilibrĭum).

1. m. Estado de un cuerpo cuando fuerzas encontradas que obran en él se compensan destruyéndose mutuamente.

2. m. Situación de un cuerpo que, a pesar de tener poca base de sustentación, se mantiene sin caerse.

3. m. Peso que es igual a otro y lo contrarresta.

4. m. Contrapeso, contrarresto, armonía entre cosas diversas.

5. m. Ecuanimidad, mesura, sensatez en los actos y juicios.

6. m. pl. Actos de contemporización, prudencia o astucia, encaminados a sostener una situación, actitud, opinión, etc., insegura o dificultosa.

RB

él no es de este lugar, su mirada está en otro lugar y sus ojos piensan en la Luna porque no se queda con ningúna. él no es de este lugar, puede correr pero no sabe hablar, ha dejado de entender todos los nombres que aprendió. porque su lugar es cualquier otro, porque nunca está en su lugar. al final no sabe, no puede. y jamás van a reírse de lo que diga porque nadie entiende nada. no sabe dónde está, hoy le quisieron explicar. va preguntando a todas partes ¿esto qué es? Porque todo lo que conoce sólo es una parte de lo que verá. Porque su lugar es cualquier otro, porque nunca está en su lugar.

Nadie

Un día tenés a alguien que querés, y lo querés. Alguien

Otro día ese alguien te saca esa posibilidad y te dice que no lo podés dar tu amor porque de dárselo lo tiraría y lo patearía a un costado. Nadie

Qué pena tendrá mi pena.

(¡¡¡Pero algo nuevo puede pasar!!!)

Maria y Amalia

Un día tenés dos abuelas.

Un día tenés una abuela.

Dos meses después no tenés ningúna abuela.

Cinco meses después no te podés recuperar de perder el amor más grande y sincero que te han brindado en la vida. Tampoco te recuperás del empacho, porque tu abuela ya no te lo puede curar más. 

oH! tristeza.

infinita tristeza.

Anécdota de cuando empezaba a usar mi bici (hace ya varios meses)

Resulta que un Sábado vino Vicu a mi casa (una vieja amiga de la primaria). Nos contamos cosas relevantes e irrelevantes, como siempre nos reímos. Llegó la hora en que ella debía partir a su casa. En ese momento miré la bicicleta (que reposaba tranquilamente en mi habitación, al igual que ahora) y le dije, “te acompaño y me vuelvo andando”. Yo estaba feliz porque iba a ser la 2da vez en la vida que usaba mi nueva bici. Emprendimos el viaje. Cómo Viky es muy buena, me dijo: "bueno, vos subíte y andá en bici que yo voy rápido al lado tuyo". Cuando vino un colectivo me dió su aliento para que no tenga miedo (igual lo tuve y subí a la vereda). En su casa vimos un patético video del viaje de egresados 2002, que hicimos en 9no a Córdoba con las chicas del Albert Schweitzer... el cual Vicu nunca había visto y se moría de ganas de recordar a sus ex compañeras y verlas en una patética situación tratando de bailar un pasito de Molino Rojo que no le salía ni a una.

Nos preparamos té para la ocasión, y en el mismo momento en el cual yo estaba escurriendo los saquitos de té de las tazas, Vicu abrió el freezer (acción instintiva) y descubrimos que había un montón de helado. Supongo que el té termino en le fregadero. Nos servimos helado, y Vicu hizo andar la videocasettera, que quedó marginada desde el momento en que los VHS quedaron marginados por los dvds.

Después nos reímos. Recordé cosas muy graciosas. Y recordé cuando miraba el video con Euge para ver a nuestros "amores". (ja!).

Se hizo de noche, Vicu me acompañó a la puerta, me dió indicaciones para que me vuelva por calles donde no pasaban bondis; me dijo que no tenga miedo y que tenga cuidado; me dió un fuerte abrazo y un beso y me fuí.

Pedalié 2 cuadras. Noté que algo andaba mal: el cordón de mi zapatilla se había enredado misteriosamente en la rosca del pedal!. Se me hacía dificultosa la pedaliada, y me desesperé. Frené. Y me caí! En un sanja! Y me vieron mil personas y nadie me dijo nada!.

Mi brazo solió por varios días, el tapado que llevaba puesto, al fin fue lavado (nunca lo había sido desde hacía como 2 años). A la bici no le pasó nada. A Vicu no le conté nada, pero seguramente se va a reir cuando le cuente.

 

Moraleja: atete bien los cordones cuando andes en bici.

p.d: Igual la anécdota la conté para decir la palabra “fregadero”.